Retomamos nuestro blog con una de las tareas que nos ha tenido ocupados durante los primeros meses del año, la poda de nuestros viñedos.
La vid es una planta trepadora que puede alcanzar hasta 30 metros, por lo que si no la podamos, nos daría muchos frutos pero… de poca calidad, es por eso, que la poda es una labor fundamental y muy importante para tener una óptima producción y una calidad excepcional del fruto.
¿Cuándo comienza la poda?
La poda del viñedo, puede empezar en diciembre, en cuanto la vid pierde la hoja, y terminar a primeros de marzo, antes de que comience a brotar de nuevo.
El momento de la poda se decide fundamentalmente dependiendo de los años del viñedo y su localización. Dejando para el final las plantas más jóvenes y las zonas más sombrías.
¿Por qué es importante podar?
Los objetivos de la poda son principalmente: formar la planta, regular su desarrollo vegetativo frente al productivo y gestionar la carga productiva reduciendo el numero de yemas.
Antes de comenzar la poda, se realiza una labor mecánica donde el tractor con su pre-podadora corta los sarmientos dejándolos de 30 a 60 cm de la cepa para facilitar la posterior poda manual.
Nuestra explotación en Bodegas Betolaza consta de 15 parcelas de 0,27 ha a 2,1 ha con edades comprendidas entre los 3 y los 101 años. El 75% de la explotación tiene una poda tradicional (ya que las cepas están en vaso) y el resto, al estar en espaldera, se realiza la poda Royat doble.
La poda en el viñedo tradicional, “en vaso”
Cuando el viñedo está en vaso crece de forma libre, lo que adopta una forma de globo al ir creciendo, este es el sistema tradicional de cultivo de la vid. En el sistema de poda en vaso hay que podarla de forma que con los años consigamos tres brazos ascendentes.
El cuarto año de poda, hay que dejar cuatro o cinco sarmientos a dos yemas, dejando los tres futuros brazos separados, mayormente elegidos el año anterior.
La poda del viñedo en espaldera
Cuando el sistema de disposición es en espaldera se poda mediante el sistema Royat. En este sistema, el tronco debe tener una altura ligeramente inferior a la del alambre portor (el más bajo), que sujetará los brazos. Hay dos variantes: Royat simple, con un solo brazo, y Royat doble, con dos brazos. La poda Royat se realiza dejando pulgares (de 2 a 4) en cada brazo, con una distancia de unos 12 centímetros entre ellos, y se podan los sarmientos a dos yemas.
Guyot: La formación del Guyot es similar, en origen, al Royat: la cepa se conduce en espaldera con uno o dos brazos en un mismo plano. La diferencia está en la poda. En la Guyot no se dejan varios pulgares, sino solo uno y un sarmiento con unas 5-10 yemas, renovándolo todos los años, a diferencia de la poda Royat.
Años atrás, los padres y abuelos no dejaban a los hijos y nietos podar hasta que se les había enseñado muy bien, y los tenían detrás de ellos dos o tres años para que vieran cómo se hacía y fueran cogiendo experiencia. La labor de los más pequeños de la casa esos primeros años era la recogida de los sarmientos del suelo para hacer las gavillas, labor que sin duda también es fundamental, ya que sin sarmientos, nos quedamos sin una buena barbacoa para poder disfrutar de los primeros días del buen tiempo primaveral. 😉
¿Quieres saber más sobre la poda? ¿Te interesa algún tema en especial que quieras que incorporemos a nuestro blog? Cuéntanoslo, somos todo oídos.
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